Orio está de enhorabuena por segunda vez en poco tiempo. Si en agosto celebraba la apertura del enlace directo con la autopista A-8, ayer estrenó en el Palacio Iturriaga, en Kale Nagusia, 17, un flamante Centro de Interpretación del Camino de Santiago que se convierte en el primero de la costa europea y de toda Euskal Herria. También abrió una oficina de turismo en la planta baja del edificio. Ambos recursos dan a la villa «la posibilidad de ser referente turístico y de aprovechar la oportunidad de la apertura de la autopista», se congratulaba su alcalde, Jon Redondo.
El primer edil confesó que habían «soñado con este proyecto y se ha hecho realidad», gracias también a la ayuda de otras instituciones, como la Diputación Foral y el Gobierno Vasco. «Guztiok bat», resaltaba Redondo, que aprendió la importancia de trabajar en equipo en la trainera que ganó la bandera de la Concha en 2006. Precisamente, las banderas amarillas de «Aupa Orio!» son, para el diputado general, Markel Olano, la muestra más clara de la identidad de este pueblo, que «sale reforzada con su desarrollo económico y social».
Y a esta fortaleza, se suma la oportunidad que ofrece «el renacimiento del conocimiento y el significado del camino de Santiago en Gipuzkoa». Tanto Olano como la diputada foral de Cultura, María Jesús Aranburu, invitan a los guipuzcoanos a conocer ambos, porque son dos, el del interior que va de Irun a San Adrián y el de la costa.
La pujanza actual del camino costero, que pasa justo por delante de la puerta del centro, es evidente. En el rato que duró la inauguración, pasó por allí por lo menos media docena de peregrinos extranjeros. Olano, Redondo y Aranburu se toparon con tres de ellos y el diputado general les invitó a entrar. Una vez dentro, disfrutaron de un gran número de contenidos sobre los orígenes y el presente del Camino, en la primera planta, y conocieron con más detalle los dos guipuzcoanos en la segunda. La muestra ofrece gran cantidad de información a la carta, para consultar a través de pantallas táctiles o contemplar en amplias pantallas.
También estaba allí el donostiarra Paco Martínez, de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago. Olano les agradeció su labor pionera al señalizar la senda costera. Paco no reveló cuántas veces ha alcanzado Santiago, pero sí que cada una le ha aportado «paz, tranquilidad, amigos y la extraordinaria experiencia del contacto con la naturaleza».
Además de señalizar, no han tenido que desbrozar demasiado porque «el propio caminante es el que abre los caminos».
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