domingo, 15 de noviembre de 2009

Una pasarela para el Camino

Es la solución que peregrinos pero también conductores esperaban a un punto negro del Camino de Santiago a su paso por la provincia de León pero que debería haber llegado antes. Y es que llevan años reclamando una alternativa al puente que atraviesa el Porma en la localidad de Puente Villarente, demasiado estrecho para que ambos, peregrinos y conductores, pueda circular sin entorpecerse unos a otros y sin poner en riesgo su seguridad.

Cuando cada vez queda menos para la celebración del Jacobeo 2010, con el consiguiente aluvión de peregrinos que se lanzarán a recorrer el Camino de Santiago, la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León ya tiene un proyecto sobre la mesa que, previsiblemente, podría ser una realidad en 2010. Se trata de una pasarela incluida dentro de una actuación integral en la zona de paso y paralela al puente, que desviaría el tránsito de los peregrinos y dejaría el primero de ellos solo para el tráfico rodado.

El del Puente Villarente es uno de los pasos considerados ‘Hitos del Camino’ junto a San Juan de Ortega y San Nicolás de Bari en Burgos; Puente de Itero, Monasterio de san Zoilo, Santa María la Blanca en Villalcázar de Sirga en Palencia; y la Peregrina de Sahagún, la colegiata de San Isidoro y la iglesia de Santiago de Villafranca del Bierzo, en la provincia de León. A esto se une su especial protección como Bien de Interés Cultural (BIC) y, como consecuencia, la necesidad de buscar una solución alternativa.

El proyecto que podría llevarse a cabo en 2010 recoge la construcción de un vado inundable, un paso elevado ligeramente sobre el río para así evitar el impacto visual que ocasionaría la ejecución de una pasarela de altura similar a los ojos del puente actual, tal y como establecen las directrices que marca la Confederación Hidrográfica del Duero.

Según este nuevo concepto, la estructura de la pasarela debe estar preparada para resistir ante una avalancha de agua, de forma que estará configurada a base de pequeños elementos lineales de pequeña longitud, con el fin de que, en caso de desprendimiento, no constituyan un problema por su arrastre.

Esta marca en el terreno o “huella de la memoria”, como se califica la nueva concepción de pasarela, contará con una jácena de hormigón, de 25 metros de luz, con una estructura metálica que es acabada mediante un suelo de madera tratada para exteriores, con barandilla de pletina metálica vertical, y un ancho de 2,50 metros.

Vista virtual del proyecto de pasarela de peregrinos paralela al Puente Villarente. (Ical)

Entorno

Pese a que la construcción de la pasarela es la más urgente de las actuaciones en Puente Villarente, no es la única. El proyecto recoge más a largo plazo la recreación de un paseo en el que el peregrino no solo ande, sino que también pueda contemplar el paisaje que ofrece el paso por la localidad y el río Porma.

Junto a la pasarela, se proyecta un paseo verde en el tramo de carretera en desuso, en parte pavimentado y en parte vegetal, así como un herbario, abierto pero delimitado por bandas de madera, con especies como lavanda, romero, tomillo, abrótano, camomila, menta o salvia, aprovechando la proximidad del canal de riego. También figura un nuevo paseo pavimentado que llegue hasta el interior de la localidad, y un bosquete que englobe la pista deportiva.

Pero además de espacios verdes, se proyectaría una nueva área de descanso, que pueda ser utilizada tanto por los peregrinos como por los conductores, con un nuevo sistema de arbolado, mediante líneas oblicuas que generan un ritmo muy visible, y la sustitución del actual hostal por un albergue de peregrinos.

El proyecto compatibiliza el nuevo recorrido con los usos deportivos y recreativos del lugar, con ampliaciones que no produzcan ninguna alteración que modifique sus usos actuales. Además, un nuevo sistema de señalización compatibilizará los signos generales del Camino de Santiago con indicaciones particulares sobre el lugar.

Satisfacción

Los peregrinos respiran en parte tranquilos tras este primer movimiento para conseguir una solución. Y es que después de la construcción de una pasarela en el Alto del Portillo, ya en las inmediaciones de la ciudad de León y cuya peligrosidad era más que preocupante, el punto negro del Puente Villarente era otro de los objetivos.

Por ejemplo, desde la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Mansilla de las Mulas, a escasos cinco kilómetros del puente, muestran su total acuerdo con este proyecto, pero sí esperaban que la solución hubiera llegado antes, ya que, con la nueva autovía que unirá León y Valladolid, el tráfico que soportará el puente será mucho menor.

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