domingo, 13 de septiembre de 2009

El camino lo hacen los peregrinos

Elena Larriba El Camino Portugués a Santiago no tiene secretos para Tino Lores. Él y los amigos de la asociación que preside fueron lo redescubrieron, lo señalizaron y consiguieron que se consolidara. Conoce mejor que nadie su estado actual, sus deficiencias y necesidades. Por eso no es extraño que las Administraciones (Concello y Diputación) le requirieran informes para negociar y coordinar con la Xunta la puesta a punto de esta ruta de cara al próximo Año Santo. Algunas de sus sugerencias ya están empezando a ser atendidas.

Explica Lores que después de los xacobeos de 1993, 1999 y 2004, el del 2010 cierra un ciclo que no se volverá a repetir hasta el 2021 con esa misma frecuencia. De ahí su relevancia.

No le gusta entrar en demasiadas comparaciones con el francés, pero en su opinión el luso «mantiene mejor el espíritu del peregrino porque no está masificado». Puntualiza que «peregrino es el que va a Santiago a la tumba del Apóstol por un sentimiento estrictamente religioso». Y añade que «si le quitas eso, el Camino se queda un una ruta de senderismo». Sin embargo, es consciente de que en la actualidad un altísimo porcentaje lo hacen por motivos turísticos, culturales o deportivos, «aunque al llegar a la catedral compostelana digan que su motivación es espiritual para que le den la Compostela».

Celestino Lores acaba de hacer una última inspección del trazado portugués a su paso por la provincia y por el municipio de Pontevedra para que las Administraciones puedan atender las demandas de los más de 3.000 caminantes que se espera que pasen por aquí el próximo Ano Xubilar Compostelán 2010. Asegura que no presenta grandes deficiencias, «ya que cada año, las distintas instituciones, Xacobeo, Diputación, Concello, y la propia Asociación de Amigos del Camino Portugués, se han implicado en mejorarlo tanto en el aspecto físico, como en sus albergues y en el apartado patrimonial». No obstante, matiza que «la presencia de peregrinos es cada vez mayor y las necesidades también van creciendo».

Desviaciones

Este año 2009, sin ser santo, ya pasaron por el albergue de Pontevedra, que gestiona su asociación, 5.530 caminantes, a los que hay que añadir por lo menos mil más que pernoctaron en otros alojamientos. «Llegan de todas las partes del mundo, desde Canadá a Japón, desde Australia hasta Brasil o Estados Unidos, aunque predominan los españoles, portugueses y de los países de la Unión Europea».

Lores es de los que piensan que «el Camino es de los peregrinos que lo hacen» y que «todos los caminos nacen, se reproducen y mueren». El trazado histórico está desvirtuado y oculto en algunos tramos por grandes infraestructuras urbanas, carreteras o polígonos industriales. Y se muestra partidario de desviarlo de esos puntos conflictivos que, en su opinión, «agreden el espíritu del Camino».

Pero, sobre todo, defiende que «hay que buscar alternativas y escapar de las carreras con cruces peligrosos por seguridad de los peregrinos». En ese sentido, «no soy un purista del Camino», dice. «Y comprendo que no se pueden dejar de hacer obras de interés general como un aeropuerto, una autovía, un parque empresarial o el AVE porque pasa el Camino de Santiago».

Así, por por ejemplo, en la etapa Tui-Redondela, propone un cambio de trazado que una el puente de Orbenlle con el albergue de O Porriño, para continuar hasta Mos siguiendo el paso cerca del río Louro. Asimismo, plantea variarlo desde Vilar de Infesta y llevarlo por la llamada ruta del agua, con bajada a Redondela por el lugar de Cedeira. «Con este cambio -explica- evitamos las obras del AVE y de un futuro parque empresarial. «Este tramo el Camino es puro y duro asfalto y con el desvío alternativo mejoraría al ir todo por el monte».

Propone otro cambio en Arcade para evitar el cruce en dos ocasiones de la N-550. «El trazado actual en ese punto no tiene ningún sentido», afirma. Y sugiere la construcción de una pasarela sobre la misma carretera, en Cesantes, por ser otro punto negro.

Albergues

En cuanto a los albergues, Tino Lores es partidario de la creación de la figura de los albergues municipales alternativos en instalaciones preexistentes (colegios, pabellones) que puedan dar ese servicio a grandes grupos de peregrinos, previa reserva, en épocas puntuales de mayor avalancha: verano, Semana Santa y otras fechas claves.

Asegura que esta ruta está muy bien dotada de albergues. «Tenemos una red inmejorable de la que podemos presumir, empezando por el de Pontevedra, aunque hace falta uno en Caldas». Y, al mismo tiempo, explica que los grandes grupos organizados de peregrinos no tienen cabida en estos establecimientos por su escaso número de plazas.

El albergue de O Gorgullón dispone de 56 camas y suelen cubrirse casi todo el año. Un total de setenta hospitaleros voluntarios atienden las necesidades de unos peregrinos cada vez más jóvenes. El perfil es el de un varón de entre 35 y 60 años, «pero este año hemos notado un aumento del número de jóvenes», explica Lores Rosal.

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